Compuse La Conga (Sonatonga) en el año 2012. Todo compositor cubano, creo, ha sido tentado alguna vez por esta danza popular que nos hace avanzar, arrollar, en masa. Una vez pensé que los ejércitos cubanos en vez de avanzar con marchas de estilo teutónico debían hacerlo al compás de la conga. Pero me han dicho los militares que la conga no tiene marcialidad, porque, evidentemente, la marcialidad debe ser prusiana. De todos modos sigo pensando que los ejércitos cubanos deberían marchar “a paso ‘e conga”. Quizá eso mismo pensó José Maceo, el León de Oriente, creador de la banda de música del ejército mambí. Pienso que los Maceo, incluyendo a Antonio, el Titán de Bronce, mulatos santiagueros de San Luis, no pudieron ser insensibles al telúrico llamado de la conga. De cualquier manera, al estilo del idioma germano, he tomado dos palabras, sonata y conga, y las he fusionado en una sola para crear el vocablo sonatonga: se trata de un movimiento sinfónico en forma allegro-sonata. Ahí está el conflicto contrastante de dos zonas temáticas bien definidas, están las ideas que se desarrollan y cambian, pero sobre todo está la conga, en los estilos diferentes del oriente y del occidente de Cuba unidos una vez más en la música de este habanero que también se siente santiaguero.