El nombre de esta obra deriva de la intención de escribir música realmente pura – i.e. incluso carece de alguna naturaleza gestual que pueda referirse al compositor o al intérprete – y suena como si se transformase a sí misma dentro del espectro de las posibilidades y limitaciones del piano. Cada aspecto de cada nota es una consecuencia de lo que sonó inmediatamente previo a ella y/o de lo que está sonando simultáneamente con ella. Las diferentes secciones de esta obra demuestran cómo estas interacciones pueden sonar en diferentes texturas y registros.