“Vox balaenae para tres instrumentistas enmascarados” (Voz de la Ballena) de George Crumb está escrita para flauta eléctrica, piano eléctrico, y cello eléctrico y cuatro címbalos antiguos (crotales). Como lo indica el nombre de la pieza, Vox Balaenae está inspirada en los cantos de las ballenas. “A finales de los 1960, George Crumb oyó la grabación de los sonidos emitidos por la ballena jorobada, hecha por un científico marino... En 1971, Crumb extrajo inspiración de esos sonidos...” Aunque la pieza tiene ocho movimientos, éstos están agrupados en tres partes de estructura similar: los dos primeros movimientos (“...en el principio”), cinco variaciones con nombre de eras geológicas, y el último movimiento (“al final del tiempo”). La interpretación requiere que los tres instrumentistas lleven puesto un antifaz negro. “Las máscaras, al borrar el sentido de proyección humana, simbolizarán las fuerzas impersonales de la naturaleza (“naturaleza deshumanizada”) (Crumb). El escenario se ilumina con un color azul profundo.